Tu cuerpo frágil y tierno, tus vagidos leves como la brisa matutina
Eres hermoso como el amanecer que te vio nacer, digno hijo de tu madre
Semilla del amor más grande que le profeso al amor de mi vida
algún día tus labios inocentes pregonaran con una dulzura infinita
“Mama” y desde ese día hasta la muerte te amare, y si mas allá existe
Otro lugar no dudes jamás que desde allá te estaré cuidando
y por siempre susurrare a tu oído te amo.
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