domingo, 9 de octubre de 2011

PARA UN HIJO

Tu cuerpo frágil y tierno, tus vagidos leves como la brisa matutina

Eres hermoso como el amanecer que te vio nacer, digno hijo de tu madre

Semilla del amor más grande que le profeso al amor de mi vida

algún día tus labios inocentes pregonaran con una dulzura infinita

“Mama” y desde ese día hasta la muerte te amare, y si mas allá existe

Otro lugar no dudes jamás que desde allá te estaré cuidando

y por siempre susurrare a tu oído te amo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Contador